¿Cómo encontrar el dominante secundario?

En la teoría musical, el dominante secundario es un concepto fundamental para comprender la armonía de una pieza. El dominante secundario es un acorde que tiene la función de dominante de un acorde que no es el tónico. Su principal objetivo es crear tensión y preparar la resolución hacia otro acorde.

1. ¿Qué es un dominante secundario?

Un dominante secundario es un acorde de séptima de dominante que se utiliza para preparar y resolver hacia otro acorde que no es el tónico. Este acorde se forma a partir de seleccionar un acorde de la tonalidad original (por ejemplo, el acorde de do mayor en la tonalidad de do mayor) y alterar su quinto grado, sustituyéndolo por el quinto grado de otro acorde de la misma tonalidad. Por ejemplo, si tomamos el acorde de do mayor y sustituimos su quinto grado (sol) por el quinto grado del acorde de sol mayor (re), tendremos el dominante secundario de sol mayor. En este caso concreto, estaríamos hablando del acorde de do7/V (do siete de cinco de cinco).

La función principal del dominante secundario es crear tensión armónica y generar expectativa de resolución hacia un acorde específico. Esta tensión se logra a través de la disonancia que se produce entre algunos de los intervalos del acorde (como la tercera mayor y la séptima menor) y su necesidad de resolución hacia otros acordes más estables en la tonalidad.

Es importante destacar que el dominante secundario es un recurso muy común en la música tonal, y se encuentra tanto en la música clásica como en muchos otros géneros y estilos musicales. Su uso es fundamental para dar variedad y profundidad armónica a una composición.

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2. Cómo identificar un dominante secundario

Identificar un dominante secundario puede ser un desafío, especialmente si no se tiene experiencia previa en el análisis armónico. Sin embargo, existen algunas pistas y pautas para reconocerlos en una pieza musical:

2.1. Observa los acordes de séptima de dominante

Los acordes de séptima de dominante suelen ser indicadores de la presencia de dominantes secundarios. Estos acordes tienen una estructura de cuarta justa, tercera menor y séptima menor, lo que les da un sonido característico y reconocible.

Por ejemplo, si en una tonalidad de do mayor encontramos un acorde de sol7, es muy probable que se trate del dominante secundario de do mayor (do7/V). En este caso, el acorde de sol7 cumple la función de dominante hacia el acorde de do mayor y genera una expectativa de resolución.

2.2. Busca movimientos inusuales en la progresión de acordes

Otra pista para identificar dominantes secundarios es buscar movimientos inusuales en la progresión de acordes. Por lo general, un dominante secundario está precedido por el acorde que le da su función de dominante y seguido por el acorde hacia el cual resuelve.

Por ejemplo, si encontramos una progresión de acordes que va de do mayor a sol7 y luego a do mayor, es muy probable que el acorde de sol7 sea el dominante secundario de do mayor. Este movimiento de acordes crea una tensión que se resuelve con la llegada al acorde de do mayor.

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2.3. Analiza las relaciones tonales

Analizar las relaciones tonales entre los diferentes acordes de una tonalidad también puede ayudar a identificar dominantes secundarios. Un dominante secundario a menudo está relacionado tonalmente con el acorde hacia el cual resuelve.

Por ejemplo, si en una tonalidad de do mayor encontramos un acorde de re mayor seguido de un acorde de sol7, es muy probable que el acorde de sol7 sea el dominante secundario de re mayor. En este caso, el acorde de sol7 cumple la función de dominante hacia el acorde de re mayor, creando una tensión que se resuelve con la llegada al acorde de re mayor.

3. Aplicaciones del dominante secundario

El dominante secundario tiene diversas aplicaciones en la composición musical. Algunas de ellas incluyen:

3.1. Generar tensión y expectativa

Uno de los principales usos del dominante secundario es generar tensión y expectativa en una composición. Al introducir un acorde de dominante secundario, se crea una disonancia armónica que necesita ser resuelta hacia otro acorde. Esto mantiene el interés del oyente y ayuda a darle dirección y propósito a la música.

3.2. Ampliar la paleta armónica

El uso de dominantes secundarios permite ampliar la paleta armónica de una composición. Al introducir acordes de dominante secundario, se agregan colores armónicos diferentes a la tonalidad principal de la pieza, lo que enriquece la sonoridad y la variedad musical.

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3.3. Dar fluidez a la progresión armónica

El uso de dominantes secundarios puede ayudar a dar fluidez y cohesión a la progresión armónica de una pieza musical. Estos acordes actúan como pasos intermedios entre los acordes principales de la tonalidad, creando un flujo armónico más interesante y dinámico.

3.4. Crear momentos de resolución y clímax

La resolución de un dominante secundario hacia otro acorde suele crear momentos de resolución y clímax en una composición. Después de una tensión generada por el dominante secundario, la llegada al acorde hacia el cual resuelve produce una sensación de satisfacción y conclusión musical.

En conclusión, el dominante secundario es un recurso armónico esencial en la música tonal. Su uso permite generar tensión, ampliar la paleta armónica, dar fluidez a la progresión armónica y crear momentos de resolución y clímax en una composición. Identificar y aplicar correctamente los dominantes secundarios es fundamental para entender la armonía y enriquecer la música.

Esperamos que te haya gustado esta selección de ¿Cómo encontrar el dominante secundario?

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